viernes, 28 de octubre de 2016

Critica de Bajo el signo d los dioses de F. Morales Lomas por José Antonio Santano

Bajo el signo de los dioses

| ACTUALIZADO 01.12.2013 - 05:00
La novela objeto de comentario en esta ocasión toma el título «Bajo el signo de los dioses» y su autor es Francisco Morales Lomas, quien nos propone un viaje en el tiempo, justo a la esencialidad de una época que sigue suscitando nuestra atención e interés a pesar de los años transcurridos: los siglos XVI y XVII, cuyo conocimiento es fundamental para comprender mejor nuestro devenir en el conjunto de la historia posterior de España. Morales Lomas nos muestra en esta novela aspectos imprescindibles tanto de la historia social y política de la España áurea (reinado de Felipe III, intrigas y corrupción en el caso del duque de Lerma o Rodrigo Calderón), como de la literaria, que protagonizarán Cervantes, Lope, Quevedo o Góngora. Siempre se ha dicho que profundizar en el conocimiento de nuestro pasado no es sino un aval seguro para construir el futuro. Ambientada, pues, esta novela en ese momento histórico, Morales Lomas construye una narración que bien pudiera, obviando la ambientación propia de la época, ser de una actualidad rabiosa. Y así lo es, al menos, en lo que toca al tema principal de la obra: las intrigas, venganzas y la corrupción política. Los personajes que afloran en «Bajo el signo de los dioses» son, como ya se ha dicho, en unos casos reales, y en otros, pertenecientes a la ficción (Leopoldo del Prado). El discurso narrativo no pertenece a un solo narrador sino que se amplifica o multiplica en voces distintas, en narradores varios, quizá pensada así para contrastar los diferentes pensamientos o ideas. 

El protagonista de esta narración «in extrema res» es Rodrigo Calderón, quien llegó a ser un hombre muy poderoso en la Corte de Felipe III, pero que concluiría su vida siendo degollado en la Plaza Mayor de Madrid. Junto a él, el más poderoso de los hombres, el duque de Lerma. Realidad y ficción se entremezclan con algún guiño a escritores coetáneos, como es el caso de Ricardo Bellveser, a quien el autor de esta novela cita como miembro de la Academia literaria de los Nocturnos en la Valencia del XVI. La narración se estructura en diecinueve capítulos, cada uno de ellos, y a manera de puzzle, cuenta los hechos que se suceden en el tiempo y que conforman la novela en sí misma. Muchas de las situaciones que se narran en esta novela son coincidentes con los acaecidos en la España actual, como es el caso que motiva el traslado de la Corte a Valladolid: «Señora, después que ha faltado el rey viejo y han cambiado los ministros y consejeros, y han aparecido estos otros que no entienden ni saben de negocios sino de su propio oficio, aquí no hay orden ni concierto y se ha trabucado todo de pies a cabeza. Debe saber V.E. que la hacienda real amenaza ser llevada al naufragio total y a la ruina. Pero el rey el incapaz de dejar de hacer mercedes a Lerma y a sus paniaguados. […] Y debe saber aún más, que debido a ello, a la influencia que S.E. ejerce en su nieto advirtiéndole de los excesivos juegos, jornadas, gastos y despilfarro de los ministros… ha ordenado el duque que la Corte se mude a Valladolid, aunque haya disgusto universal. El teatrillo lo ha cambiado de sitio el autor-Lerma y con ello se ha llevado a todos los actores del retablo». La especulación inmobiliaria y el resultado desorbitado de las ganancias derivadas de tan magno negocio estaba servido.  

NUEVA RESEÑA SOBRE BAJO EL SIGNO DE LOS DIOSES DE F. MORALES LOMAS POR IGNACIO FRÍAS EN EL DIARIO JAÉN


Una novela histórica con muchas perspectivas

La novela de ambientación histórica está de moda y muchos autores  la cultivan. Uno de ellos es el poeta, narrador, dramaturgo y ensayista jiennense y profesor en la Universidad de Málaga, Francisco Morales Lomas. Su último título, Bajo el signo de los dioses, forma parte de una trilogía ambientada en el Siglo de Oro.
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07/01/2014






La trilogía Imperio del Sol, la completan los títulos Cautivo y Puerta Carmona, ambientados, junto con la nueva entrega, en el Siglo de Oro. Bajo el signo de los dioses se sitúa durante el reinado de Felipe III y trata de ofrecer una imagen de la intrigas palaciegas y la corrupción de la época, que, por otro lado, según aclara el autor, “no es muy distinta de la actual”.
Bajo el signo de los dioses es una novela histórica que deambula por la corrupción, ya que, al parecer, la historia de España está llena de elocuentes ejemplos.
El protagonista de la novela de Francisco Morales Lomas es la figura histórica de Rodrigo Calderón. La trama sigue la técnica del flash-back en la elaboración de los hechos. Esta historia comienza en los últimos años del reinado de Felipe II. El escritor, natural de Campillo de Arenas, utiliza diferentes narradores, entre ellos están el duque de Lerma, Cervantes, Calderón de la Barca, Villamediana, el duque de Uceda y otros más. Cada uno cuenta la historia según le va, por lo que el lector se encuentra con una misma historia vista desde múltiples aristas. La virtud es que el autor consigue captar desde el primer momento la atención de lector que no deja de interesarse sobre qué es lo que va a ocurrir a continuación en esa historia.
Ignacio Frías /Jaén

martes, 22 de julio de 2014

MORENO AYORA RESEÑA BAJO EL SIGNO DE LOS DIOSES DE F. MORALES LOMAS



F. Morales Lomas y Antonio Moreno Ayora (Puente Genil, abril 2014)



SUR. REVISTA DE LITERATURA, NÚMERO 2, JULIO 2014. ISSN 2341-4804


SUR. REVISTA DE LITERATURA, NÚMERO 2, JULIO 2014. ISSN 2341-4804
http://sur-revista-de-literatura.com/Resennas02/Bajo%20el%20signo%20de%20los%20dioses.pdf


Literatura y corruptelas en el siglo XVII: Bajo el signo de los dioses de Francisco Morales Lomas
LITERATURA Y CORRUPTELAS EN EL SIGLO XVII
Por Antonio Moreno Ayora

Desde el primer libro de narrativa de Francisco Morales Lomas, El sudario de las
estrellas, de 1999, hasta otro último de 2014 titulado Cautivo, segunda historia de la
trilogía Imperio del sol, van muchos años de maduración y de perfeccionamiento estilístico que el autor ha llenado con abundantes lecturas, la práctica del ensayo y el ejercicio literario propiamente dicho realizado en la elaboración de otros argumentos, entre ellos los de sus novelas Candiota (2003), La larga marcha (2004) y El extraño vuelo de Ana Recuerda (2007), esfuerzo narrativo que se ve completado además por numerosas colaboraciones en diversos volúmenes colectivos, de los que por citar un solo ejemplo daremos el titulado Derecho y literatura que editó Ánfora Nova en 2012. Así pues, si Cautivo (Nazarí, Granada, 2014) es la segunda entrega de la serie antes citada, la primera de la misma es Bajo el signo de los dioses (Alcalá Grupo Editorial, 2013), importante por iniciarla y
por forjar la base y el tono de un tipo de literatura que discurre dentro de los cánones de la novela histórica haciendo amplias concesiones a las posibilidades de la ficción. Nuestro interés de hoy lo centramos, por tanto, en ese comienzo de ciclo que representa Bajo el signo de los dioses.
En ella, encontramos encarcelado en Valladolid desde hacía dos años al privado Marqués de Siete Iglesias, quien comienza recordando sus últimos días de libertad y el ambiente que ya entonces le era contrario y que acabaría con su procesamiento por orden real. Así, con las correspondientes concreciones, esta nueva novela de Francisco Morales Lomas sitúa al lector a
comienzos del siglo XVII, envolviéndolo en las intrigas cortesanas cuya vorágine empujaba al citado protagonista “en mitad del fuego de los odios familiares, de los resarcimientos palaciegos, en mitad del campo santo, muriendo en vida”. La suerte del prisionero, cuyo nombre de pila era Rodrigo Calderón, queda descrita con alusiones y citas entresacadas de fray Luis de León, de Villamediana o de El Quijote, todas ellas encaminadas a dotar de un basamento literario al Literatura y corruptelas en el siglo XVII: Bajo el signo de los dioses de Francisco Morales Lomas argumento del relato presente, ensombrecido por la malicia “del poder y la fama de la que siempre venía precedida la envidia en España”.
Ciertas pinceladas de la infancia de Rodrigo y otros oportunos sucesos de su adolescencia (véase los capítulos II y III) sirven para ir configurando su propia biografía, esbozada en paralelo a la de diversos personajes históricos –pues de la historia más real es de donde se surte esta novela–,y a adelantar que, conseguida por él la posición de secretario del duque de Lerma, llegaría a ser
personaje marrullero y vicioso al que “el tiempo lo fue cambiando y el poder lo fue corrompiendo” (página 39).
La contextualización histórica y literaria es fundamental en este libro, y uno de sus
basamentos de mayor rigor. Ejemplos de ello pueden ser los capítulos V y VI, en donde se recrea la influencia que la emperatriz María de Austria –hija de Carlos V y tía abuela de Felipe III– intenta ejercer sobre este último, y el capítulo VII, donde se da voz al mismo Miguel de Cervantes para que este vaya haciendo comentarios referidos a sus propias creaciones, a las que igualmente entronca en
su biografía: “...no me fue mal en Valladolid, he de reconocerlo, porque la alegría de la publicación de El Quijote compensó todos los males”. Este Miguel de Cervantes (“Manco y penitente, solo me quedaba...”, que es como se describe) es el narrador, en primera persona, de los capítulos VII y VIII, en donde va además situando y reseñando anécdotas de otros insignes escritores contemporáneos
suyos, como Góngora, Quevedo y Lope, aparte de otros de menor nombradía.
La novela ofrece la característica estructural de ir cambiando de narrador según los intereses del argumento. Aunque en muchos de ellos hay un narrador omnisciente en tercera persona, en otros se va modificando la voz narrativa para acomodarla a los sucesos que alguien cuenta en primera persona. Ello sucede, entre otros, en los capítulos IX y X, donde es el propio Rodrigo Calderón el que recuerda conocidos lances y llega a descubrir la razón del título de su historia al referirse a
todas cuantas personas, con sus maniobras y corruptelas, “se creían por encima del bien y del mal” y “Tenían así algo de dioses menores en su estulticia pero dioses bastardos que con un ligero viento podían caer de sus alcores”. Es el mismo Rodrigo Calderón el que, aún en el uso de la palabra, dice
de sí mismo que “había pasado a ser el favorito de Lerma, su brazo derecho, y, por tanto, me había convertido en el hombre más poderoso tras él”. Es esa alternancia de narradores la que permite que otros hablen igualmente del comportamiento político de Rodrigo Calderón, lo que hace un tal Francisco de Juara en el capítulo XI o Lerma más adelante (página 137) al querer concretar que los
organizadores de la vida pública se dejan llevar por los intereses personales para acabar reconociendo que “El ser humano se mueve por el beneficio y solo por él es capaz de actuar”. Es este el razonamiento que con más frecuencia encontramos repetido en el argumento, donde a veces un narrador puede confirmar que “Todos se enriquecen mientras el pueblo paga”, y añadir que por
ello esta es una “historia de despropósitos y avispados” (páginas 177 y 179). Literatura y corruptelas en el siglo XVII: Bajo el signo de los dioses de Francisco Morales Lomas En esta sucesión de puntos de vista narrativos, el del hijo de Lerma se deja oír luego en el capítulo XIV para poner en aviso al lector de que la estrella del protagonista estaba próxima a eclipsarse, y ello como un efecto de la caída –relatada en el XVI– de ese dios que era el potentado
Duque de Lerma. Así que el relato, poco a poco, va cerrando el círculo del argumento, y lo suelda definitivamente cuando en el capítulo XVII se vuelve al asunto con que comenzaba la historia, la detención y encarcelamiento de Rodrigo Calderón, al que se le somete sucesivamente (capítulos
XVIII y XIX) a un torturador interrogatorio y a una posterior ejecución pública con que se alecciona mostrando que los dioses caen y se desmoronan como una consecuencia de sus propias maniobras, intrigas, delaciones, prebendas y corrupciones de todo signo, que es lo que viene a
demostrar esta novela de Morales Lomas, ahora de argumento tan actual.
En este sentido, Jesús Zotano, en la entrevista que le hace al autor en La Opinión de Málaga (14-11-2013) hablando de la presentación del libro en el CAL, anota que el mismo Morales Lomas matiza diciendo que “Mi idea era utilizar esta figura histórica [la de Rodrigo Calderón] como símbolo de la época actual. (…) En cuatrocientos años no hemos aprendido absolutamente nada. El
21 de octubre del 2021 se cumplen 400 años de la muerte de Rodrigo Calderón, que fue degollado en la Plaza Mayor de Madrid”. Enseguida, al argumentársele que “Hay quien piensa que novelar la historia es una fantástica manera de acercarla al público y quien cree todo lo contrario, que la novela distorsiona la fidelidad histórica”, el novelista apostilla: “Aquí he querido, además de hacer
novela histórica, mostrar mi apego hacia personajes literarios históricos determinados, como Cervantes. El escritor aparece como personaje en esta novela. Con lo cual estoy uniendo cuestiones de tipo históricas y una cierta sentimentalidad hacia escritores con los que tengo una especial
relación. Es una forma diferente de abordar la novela histórica o la histórica novelada”. De igual modo, Encarni Pérez puede hablar, ya en su mismo titular, de “Una historia de ayer con semejanzas en el hoy” (Información, 23-29 de abril de 2013, pág. 21), comentando además que “abren el telón a
una época, una historia, un momento, una situación, un personaje... que deja impreso el deseo de continuar indagando en sus páginas para saciar la necesidad de saber, de descubrir quién es aquel (...)”.
Y efectivamente, el autor, junto a la riqueza de sucesos y anécdotas de corte político, ha querido igualmente contextualizar su argumento en la vida cultural y literaria de la época, que tan unida estaba sin duda al acontecer político. Así, en esta línea, un capítulo fundamental es el XV, en el que de nuevo se permite al propio Cervantes mostrarse en contra de Lope de Vega (“Nunca me gustó el teatro de Lope ni su vanidad”, comienza el capítulo), concretando luego curiosas
reflexiones sobre la literatura y la suerte que esta le depararía, y todo ello en unas páginas que evidencian la alta capacidad de Morales Lomas para enhebrar en ellas su saber literario y su sensibilidad para penetrar la biografía de sus personajes, uno de los cuales es este genio universal Literatura y corruptelas en el siglo XVII: Bajo el signo de los dioses de Francisco Morales Lomas haciendo recopilación de su vida y de su melancolía en plena vejez: “Pero ahora, puesto ya el pie en
el estribo, aquí yazco entre estos almohadones, contemplando la primavera que entra por la ventana, dulce en la blandura de presentir que todo se me está yendo en un hermoso día, como ha sido mi vida (...)”.
En la mencionada entrevista de Jesús Zotano, este aclara que “Bajo el signo de los dioses cierra su trilogía, aunque es el primer título en aparecer...”. Por ello, con la presentación el día 8 de mayo de 2014 en el Ateneo de Málaga -seguida de otras más en varias provincias- de la novela Cautivo, se avanza en la configuración de la trilogía Imperio de Sol iniciada con Bajo el signo de los dioses “a finales del pasado año, que se completará con Puerta Carmona, aún inédita” [Papel
Literario Digital, 9-5-2014]. Del conjunto ha precisado el autor -una vez que se publique esta última anunciada en la editorial Quadrivium- que “arranca hace varios años cuando impartió clase en la Facultad sobre el autor del Quijote” [información de A. Arenas, IDEAL, 23-5-2014, pág. 62].
Es grande la atención que los críticos literarios hemos mostrado desde el principio por esta primera entrega de la serie. Entre ellos nos incluimos por haberla comentado en el suplemento de Diario Córdoba “Cuadernos del Sur” de fecha 14 de diciembre de 2013, pág. 6, y bajo el título de “Consagración de un narrador”; y entre ellos está también Francisco Vélez Nieto, que en Mundiario
(5-12-2013) escribe: “Esta nueva novela histórica entre la realidad y la ficción de Morales Lomas Bajo el signo de los dioses, acoge la escritura fina y amena que caracteriza la escritura del autor”, añadiendo después que se trata de “Una historia que embelesa al ser narrada de forma deleitable y envolvente por el número de personajes de variadas categorías sociales y literarias que toman vida
juntos pero no revueltos de grandes hombres de letras”. Son estos los que esperamos volver a oír de nuevo en la ya publicada historia de Cautivo.

viernes, 18 de julio de 2014

CRÍTICA DE BAJO EL SIGNO DE LOS DIOSES EN DIARIO JAÉN




miércoles, 8 de enero de 2014

Diario Jaén:Una novela histórica con muchas perspectivas


La novela de ambientación histórica está de moda y muchos autores  la cultivan. Uno de ellos es el poeta, narrador, dramaturgo y ensayista jiennense y profesor en la Universidad de Málaga, Francisco Morales Lomas. Su último título, Bajo el signo de los dioses, forma parte de una trilogía ambientada en el Siglo de Oro. La trilogía Imperio del Sol, la completan los títulos Cautivo y Puerta Carmona, ambientados, junto con la nueva entrega, en el Siglo de Oro. Bajo el signo de los dioses se sitúa durante el reinado de Felipe III y trata de ofrecer una imagen de la intrigas palaciegas y la corrupción de la época, que, por otro lado, según aclara el autor, “no es muy distinta de la actual”.  

Bajo el signo de los dioses es una novela histórica que deambula por la corrupción, ya que, al parecer, la historia de España está llena de elocuentes ejemplos. 


El protagonista de la novela de Francisco Morales Lomas es la figura histórica de Rodrigo Calderón. La trama sigue la técnica del flash-back en la elaboración de los hechos. Esta historia comienza en los últimos años del reinado de Felipe II. El escritor, natural de Campillo de Arenas, utiliza diferentes narradores, entre ellos están el duque de Lerma, Cervantes, Calderón de la Barca, Villamediana, el duque de Uceda y otros más. Cada uno cuenta la historia según le va, por lo que el lector se encuentra con una misma historia vista desde múltiples aristas. La virtud es que el autor consigue captar desde el primer momento la atención de lector que no deja de interesarse sobre qué es lo que va a ocurrir a continuación en esa historia.

miércoles, 28 de mayo de 2014

ESTUDIO DEL ESCRITOR Y PROFESOR DE LA UNIVERSIDAD DE MÁLAGA, ANTONIO GARCÍA VELASCO, SOBRE BAJO EL SIGNO DE LOS DIOSES DE F. MORALES LOMAS


ESTE ARTÍCULO HA SIDO PUBLICADO EN LA REVISTA PAPEL LITERARIO


ANTONIO GARCÍA VELASCO
RADIOGRAFÍA DE "BAJO EL SIGNO DE LOS DIOSES"

Antonio García Velasco

F. Morales Lomas

Introducción
Francisco Morales Lomas nos brinda la oportunidad de leer su última novela: El signo de los dioses, Alcalá Grupo Editorial, Alcalá la Real (Jaén), 2013. La historia que nos cuenta se sitúa en el siglo XVII y ya en la portada anuncia a modo de subtítulo “Las corrupciones en el siglo XVII adueñándose del poder”. Constituye esta obra una mezcla de documentación histórica y ficción, con la consiguiente aparición de personajes como Quevedo, Lope, Cervantes, Góngora, el duque de Lerma, Felipe III, Felipe IV… junto a otros inventados. Obviamente, este tipo de crítica con procedimientos computacionales va a revelar más datos técnicos que argumentales –que dejamos para los métodos críticos más convencionales-, por lo que procedemos a mostrar la radiografía de esta obra. Hemos de tener en cuenta que se han suprimido la dedicatoria, el nombre del autor y otros datos del edita, aunque se han mantenido las citas iniciales de Góngora y Andrés de Almansa, así como los poemas que incluye el texto.

Perfil léxico: palabras más frecuentes
El texto consta de 73374 palabras totales, de las que son distintas 10747. Índice simple de variabilidad léxica del 14.646. Distintas en 4000: 1418 ISVL: 35.45.

Las 15 primeras palabras (24889/73374) representan el: 33.920%

Las 66 primeras palabras (37036/73374) representan el: 50.475%

Las 15 palabras más usadas son:

Palabra
Frecuencia
Fr. relativa
1
De
4352
59.312
2
Que
3175
43.271
3
Y
3019
41.145
4
La
2331
31.768
5
El
2027
27.625
6
A
1782
24.286
7
En
1739
23.700
8
Se
1024
13.955
9
Los
1005
13.696
10
Con
867
11.816
11
No
844
11.502
12
Su
784
10.684
13
Lo
667
9.090
14
Por
638
8.695
15
Un
635
8.654

   Este dato del perfil léxico nos pone de manifiesto una característica que nos muestra a un escritor actual: en la literatura clásica la palabra más usada suele ser QUE frente a DE que es la más usada en la actualidad.

Palabras lexicales entre las 66 más usadas:


Palabra
Frecuencia
Fr. relativa
11
No
844
11.502
19
Había
550
7.495
27
Rey
337
4.592
28
Más
323
4.402
30
Era
282
3.843
32
Es
228
3.107
33
Ha
226
3.080
34
Lerma
216
2.943
35
Calderón
199
2.712
37
Fue
188
2.562
39
También
178
2.425
43
Duque
162
2.207
44
Ya
160
2.180
45
Tiempo
155
2.112
46
Muy
154
2.098
47
Padre
152
2.071
49
Así
146
1.989
51
Tan
145
1.976
52
Sido
134
1.826
53
Rodrigo
132
1.799
55
Ser
125
1.703
60
Estaba
118
1.608
61
Años
115
1.567
62
Conde
113
1.540
63
Siempre
112
1.526
64
Mucho
110
1.499

26 encuentros. Total: 5604 palabras (7.637%). Estos 26 elementos, junto a los 15 de la tabla anterior, teniendo en cuenta las coincidencias, suman las 66 palabras más usadas que suponen más de un 50% del vocabulario de la novela. Calderón, de nombre Rodrigo, es el protagonista, lo que explica la frecuencia alta tanto de Calderón como de Rodrigo. Otro tanto ocurre con el término Lerma, personaje histórico, normalmente nombrado como Duque de Lerma, lo que explica la abundancia de estos dos términos, Lerma y Duque. El término Rey (frecuencia absoluta 337, relativa de más de cuatro por mil) nos evidencia el entorno cortesano, entorno de poder, en el que se desarrolla la historia novelada. Nos llama la atención el término ASÍ, usado con una frecuencia relativamente alta, casi un 2 por mil: constituye un rasgo estilístico, que podemos valorar con los siguientes ejemplos, pues representan los valores más abundantes que adquiere su uso en este novela:

a)       Así con valor de conjunción consecutiva: “Pero todas estas farfulladas no inquietaron al rey, al que lo único que  preocupaba era que el príncipe fuera religioso, que obedeciera a Dios y se  mostrara en público como lo que iba a ser: un rey, es decir, indemne al sentimiento, enigmático y saturnino. Y ASÍ le insistía que leyera El príncipe cristiano de Pedro de Ribadeneira y De rege et regis institutione de Juan de Mariana donde se afirmaba que la sociedad era anterior al poder político y que, por lo tanto, aquélla podría recuperar sus derechos originales, si el gobierno no le era de utilidad”.

b)       Así seguido de como: valor de locución adverbial que denota comparación: “El hablar discreto y el usar la prevención ASÍ COMO la buena condición de humores fueron otras de las maneras que había que cultivar en este teatro de imposturas”.

c)       Adverbio de modo: “Una figura, en definitiva, que aderezaba una agradable estampa, tanto como su presencia y porte, noble y distinguido, y ASÍ lo vio años más tarde el pintor holandés cuando lo subió al caballo de onduladas crines”.

Lecturabilidad:

Datos del análisis:

                             Párrafos: 457
        Oraciones, incluyendo títulos: 2825
                     Palabras totales: 73374
                   Palabras distintas: 10747
                Índice de Redundancia: 0.146
Promedio de palabras por oración (S/T): 25.973
              Número total de sílabas: 142193
        Palabras con más de 3 sílabas: 7086 (9.657%)
      Signos de puntuación -comas...-: 3850

Índice de Lecturabilidad: 62.162
Grado de Lecturabilidad: Tiende a Fácil

Índice de Comprensibilidad: 48.936
Grado de Comprensibilidad: Medio. Dificultad Media

Palabras ausentes V. Ref. (Vocabulario Spaulding.dic): 7305 (67.972%)

Decir de una novela que su lecturabilidad tiende a fácil, es una forma de acentuar la amenidad de su lectura, a lo que contribuye, igualmente, el grado de comprensibilidad medio.

Estadística silábica
Palabras de 1 sílaba: P. distintas: 197 - Totales: 33670 - % = 45.
Palabras de 2 sílabas: P. distintas: 2317 - Totales: 18869 - % = 25.
Palabras de 3 sílabas: P. distintas: 4124 - Totales: 13598 - % = 18.
Palabras de 4 sílabas: P. distintas: 3083 - Totales: 5626 - % = 7.6
Palabras de 5 sílabas: P. distintas: 897 - Totales: 1295 - % = 1.7
Palabras de 6 sílabas: P. distintas: 109 - Totales: 143 - % = 0.1
Palabras de 7 sílabas: P. distintas: 8 - Totales: 25 - % = 0.0
Palabras de 8 sílabas: P. distintas: 1 - Totales: 1 - % = 0.0

Hablábamos bajo el epígrafe anterior del grado de lecturabilidad tendente a fácil: la abundancia de palabras de una, dos y tres sílabas corrobora esta dato.

Tabla de la Ley de Zipf

COMPARACION DEL LÉXICO DEL TEXTO EL SIGNO DE LOS DIOSES CON LAS PREDICCIONES SEGÚN LA LEY DE ZIPF
(73374 palabras; 10747 distintas)

 Frecuencia
Nº Predicho
Nº en el Texto
1
5373 (73%.)
6360 (86%.)
2
1791 (24%.)
1665 (22%.)
3
895 (12%.)
761 (10%.)
4
537 (7%.)
391 (5%.)
5
358 (4%.)
297 (4%.)
6
255 (3%.)
200 (2%.)
7
191 (2%.)
141 (1%.)
8
149 (2%.)
110 (1%.)
9
119 (1%.)
92 (1%.)
10
97 (1%.)
73 (0%.)
11
81 (1%.)
41 (0%.)
12
68 (0%.)
40 (0%.)
13
59 (0%.)
57 (0%.)
14
51 (0%.)
34 (0%.)
15
44 (0%.)
30 (0%.)
16
39 (0%.)
31 (0%.)
17
35 (0%.)
21 (0%.)
18
31 (0%.)
14 (0%.)
19
28 (0%.)
14 (0%.)
20
25 (0%.)
17 (0%.)
21
23 (0%.)
16 (0%.)
22
21 (0%.)
13 (0%.)
23
19 (0%.)
7 (0%.)
24
17 (0%.)
18 (0%.)
25
16 (0%.)
25 (0%.)
26
15 (0%.)
5 (0%.)
27
14 (0%.)
9 (0%.)
28
13 (0%.)
5 (0%.)
29
12 (0%.)
6 (0%.)
30
11 (0%.)
6 (0%.)
31
10 (0%.)
5 (0%.)
32
10 (0%.)
13 (0%.)
33
9 (0%.)
5 (0%.)
34
9 (0%.)
10 (0%.)
35
8 (0%.)
7 (0%.)
36
8 (0%.)
7 (0%.)
37
7 (0%.)
5 (0%.)
38
7 (0%.)
3 (0%.)
39
6 (0%.)
7 (0%.)
40
6 (0%.)
5 (0%.)
41
6 (0%.)
3 (0%.)
42
5 (0%.)
5 (0%.)
43
5 (0%.)
7 (0%.)
44
5 (0%.)
3 (0%.)
45
5 (0%.)
5 (0%.)
46
4 (0%.)
5 (0%.)
47
4 (0%.)
1 (0%.)
48
4 (0%.)
1 (0%.)
49
4 (0%.)
6 (0%.)
50
4 (0%.)
2 (0%.)
51
4 (0%.)
5 (0%.)
52
3 (0%.)
2 (0%.)
53
3 (0%.)
2 (0%.)
55
3 (0%.)
3 (0%.)
57
3 (0%.)
3 (0%.)
58
3 (0%.)
5 (0%.)
59
3 (0%.)
2 (0%.)
62
2 (0%.)
2 (0%.)
63
2 (0%.)
4 (0%.)
64
2 (0%.)
1 (0%.)
65
2 (0%.)
4 (0%.)
66
2 (0%.)
2 (0%.)
67
2 (0%.)
4 (0%.)
68
2 (0%.)
3 (0%.)
69
2 (0%.)
1 (0%.)
70
2 (0%.)
1 (0%.)
71
2 (0%.)
1 (0%.)
74
1 (0%.)
1 (0%.)
75
1 (0%.)
1 (0%.)
78
1 (0%.)
2 (0%.)
80
1 (0%.)
1 (0%.)
81
1 (0%.)
1 (0%.)
82
1 (0%.)
3 (0%.)
83
1 (0%.)
1 (0%.)
84
1 (0%.)
2 (0%.)
85
1 (0%.)
1 (0%.)
86
1 (0%.)
1 (0%.)
88
1 (0%.)
2 (0%.)
91
1 (0%.)
1 (0%.)
94
1 (0%.)
1 (0%.)
96
1 (0%.)
2 (0%.)
98
1 (0%.)
1 (0%.)
99
1 (0%.)
4 (0%.)
100
1 (0%.)
1 (0%.)
101
1 (0%.)
3 (0%.)
104
0 (0%.)
2 (0%.)
105
0 (0%.)
1 (0%.)
107
0 (0%.)
1 (0%.)
109
0 (0%.)
1 (0%.)
110
0 (0%.)
1 (0%.)
112
0 (0%.)
1 (0%.)
113
0 (0%.)
1 (0%.)
115
0 (0%.)
1 (0%.)
118
0 (0%.)
1 (0%.)
119
0 (0%.)
2 (0%.)
121
0 (0%.)
1 (0%.)
122
0 (0%.)
1 (0%.)
125
0 (0%.)
1 (0%.)
127
0 (0%.)
1 (0%.)
132
0 (0%.)
1 (0%.)
134
0 (0%.)
1 (0%.)
145
0 (0%.)
2 (0%.)
146
0 (0%.)
1 (0%.)
148
0 (0%.)
1 (0%.)
152
0 (0%.)
1 (0%.)
154
0 (0%.)
1 (0%.)
155
0 (0%.)
1 (0%.)
160
0 (0%.)
1 (0%.)
162
0 (0%.)
1 (0%.)
169
0 (0%.)
1 (0%.)
170
0 (0%.)
1 (0%.)
171
0 (0%.)
1 (0%.)
178
0 (0%.)
1 (0%.)
182
0 (0%.)
1 (0%.)
188
0 (0%.)
1 (0%.)
199
0 (0%.)
2 (0%.)
216
0 (0%.)
1 (0%.)
226
0 (0%.)
1 (0%.)
228
0 (0%.)
1 (0%.)
237
0 (0%.)
1 (0%.)
282
0 (0%.)
1 (0%.)
291
0 (0%.)
1 (0%.)
323
0 (0%.)
1 (0%.)
337
0 (0%.)
1 (0%.)
342
0 (0%.)
1 (0%.)
392
0 (0%.)
1 (0%.)
396
0 (0%.)
1 (0%.)
460
0 (0%.)
1 (0%.)
463
0 (0%.)
1 (0%.)
471
0 (0%.)
1 (0%.)
535
0 (0%.)
1 (0%.)
550
0 (0%.)
1 (0%.)
594
0 (0%.)
1 (0%.)
596
0 (0%.)
1 (0%.)
602
0 (0%.)
1 (0%.)
635
0 (0%.)
1 (0%.)
638
0 (0%.)
1 (0%.)
667
0 (0%.)
1 (0%.)
784
0 (0%.)
1 (0%.)
844
0 (0%.)
1 (0%.)
867
0 (0%.)
1 (0%.)
1005
0 (0%.)
1 (0%.)
1024
0 (0%.)
1 (0%.)
1739
0 (0%.)
1 (0%.)
1782
0 (0%.)
1 (0%.)
2027
0 (0%.)
1 (0%.)
2331
0 (0%.)
1 (0%.)
3019
0 (0%.)
1 (0%.)
3175
0 (0%.)
1 (0%.)
4352
0 (0%.)
1 (0%.)

Tabla de la Ley de Zipf.

El 86% de las palabras del texto aparecen una sola vez, frente al 73% que predice esta Ley estadística. No es una distancia excesiva, aunque también nos habla de riqueza de vocabulario.

Perfil de Morton y Levinson

 CARACTERIZACIÓN DE Morton y Levinson

       Número de palabras: 73374
           Palabras distintas: 10747
     Número de oraciones: 2825
Palabras/oración: media: 25

  Palabra
Frecuencia
Fr. relativa
Y
3019
41.145
La
2331
31.768
El
2027
27.625
En
1739
23.700
Los
1005
13.696
Lo
667
9.090
Las
594
8.095
Le
535
7.291
Pero
342
4.661
Era
282
3.843
Es
228
3.107
Fue
188
2.562
Él
170
2.316
Sido
134
1.826
Ella
64
0.872
Eran
52
0.708
Son
46
0.626
Fueron
33
0.449
Fui
20
0.272
Sea
17
0.231
Soy
13
0.177
Será
9
0.122
Eres
7
0.095
Somos
4
0.054
Éramos
3
0.040
Seamos
2
0.027
Mas
2
0.027
Fuimos
1
0.013
Seáis
1
0.013
Sois
1
0.013

Destacamos de este perfil:
1.     El empleo de la forma pronominal YO que nos pone en contacto con la técnica del personaje narrador empleada por el autor. En números tiempos verbales, coinciden, como es sabido, las formas de la primera y tercera personas. Una manera de deshacer la ambigüedad es el empleo del pronombre. En otros casos, el valor de YO es enfático o absolutamente necesario por el requerimiento oracional. Y

2.     Las abundantes formas del verbo ser nos revelaría el uso de formas verbales en pasiva´(“…en la casa del marqués de Aguilafuente, donde FUE ENCERRADO y guardado por doce corchetes…”), así como la abundancia de construcciones atributivas: “…a pesar de que se había publicado un bando que prohibía a los vecinos salir de sus casas o pararse en la calle con la amenaza de sus vidas. Pero pocos FUERON los que obedecieron.”

 Comentario valorativo
Con un hilo argumental enmarcado en el siglo XVII, tal como se ha dicho, Morales Lomas, con la verdad literaria que confiere el acertado uso de la técnica del personaje narrador, nos ofrece no solamente una secuencia de retratos de la sociedad de aquella época, sino reflexiones sobre la condición humana válidas para cualquier época. He aquí el ejemplo con el que acabamos:
 “Era una de las formas que teníamos para mantenernos, estas alianzas de intereses que las malas lenguas llamaban corruptelas, pero los que hemos ejercido durante años la cosa pública sabemos que no son tal sino la forma de llevar a cabo lo que se da en llamar la "razón de Estado", organizado siempre en torno a un cúmulo de intereses. El ser humano se mueve por el beneficio y sólo por él es capaz de actuar. Es un principio básico que si no se conoce, mejor es no andar metido en política. Y hay de aquel que va por libre y pretende alcanzar la sabiduría sin estos conocimientos, más vale que se retire.” (Pág. 137)